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sábado, 31 de mayo de 2008

Que no, carajo, que no es un mamut (III)

En esta ocasión si voy a dejar clara la diferencia entre un mastodonte y un mamut. Para esto vale la pena recordar que ambos tipos de animales pertenecen a un grupo de mamíferos llamado proboscídeos (este término proviene de la palabra "proboscis" que significa trompa). las formas fósiles mas antiguas conocidas tienen unos cincuenta y tantos millones de años. No eran animales tan parecidos a los elefantes modernos, con el tamaño de un cerdo y hábitos probablemente acuáticos. El Phosphatotherium y el Moeritherium son dos buenos ejemplos. Con un metro de altura, su aspecto quizás recordaba vagamente a un pequeño hipopótamo. Sin embargo, estos proboscideos primitivos ya mostraban unos incisivos agrandados, precursores de las defensas (mal llamadas colmillos) de los elefantes actuales.
 El cráneo de Moeritherium

sábado, 10 de mayo de 2008

El desierto de la Tatacoa: Antiguo territorio del Purussaurus


Villavieja Rock city!
Apenas ha pasado una semana desde que llegué de Villavieja, un municipio del departamento del Huila que se autodenomina “capital paleontológica del Huila” (en ocasiones las dos últimas palabras quedan sustituidas por: “de Colombia”). ¿Cual es el motivo de esta denominación? Pues resulta que Villavieja es también la puerta de entrada al turismo en el Desierto de la Tatacoa. Originalmente la zona estaba ocupada por bosque seco tropical, con ceibas y una gran diversidad de vegetación, pero generaciones de tala, quema, agricultura y ganadería, desde la conquista, lo convirtieron en un desierto antropogénico. Un ejemplo de estudio florístico aquí. Ciertos profesionales que trabajan con ecología del paisaje vegetal me dicen que en uno que otro sitio puede verse una Ceiba solitaria en la mitad de algún terreno, como recordatorio de lo que fuera alguna vez el desierto.

viernes, 9 de mayo de 2008

¡Que no, carajo, que no es un mamut! (II)

En la entrada anterior hice la promesa de diferenciar a los mastodontes de los mamuts, pero incumplí al extenderme tanto escribiendo de más, preferí continuar el tema en otra entrada, aprovechando para detallar mejor a ambos tipos de animales. Nos habíamos quedado en que los elefantes y los mastodontes son dos cosas diferentes, pero que comparten un ancestro común, y que la diferencia mas notoria está en la forma de sus dientes (cúspides en mastodontes contra crestas en elefantes). Ahora, para prolongar mas la espera e irme por las ramas (creanme que en realidad lo siento) vamos a ver que NO es el mastodonte, mejor dicho, que es un mamut.

Ahora si: Papá, mira, un mamut! Un bebé mamut congelado de siberia.

sábado, 3 de mayo de 2008

¡Que no, carajo, que no es un mamut! (I)

En la no muy votada encuesta siguen los fósiles colombianos en primer lugar, de modo tal que vamos a comenzar con uno de los mas ilustres.
Los visitantes del Museo geológico José Royo y Gómez del INGEOMINAS, en Bogota, siempre exclaman lo mismo recién han entrado al museo y observado lo que tienen a la derecha: ¡miren: un mamut! Como los mamuts con un elemento tan reiterativo en el cine y la televisión norteamericanos, son bien conocidos por el público. Por eso, al ver un gran esqueleto fósil de aspecto elefantoide y grandes defensas, exclamarán “mamut” sin dudarlo. Lo que ellos ven no es un mamut, es uno de los vertebrados fósiles más abundantes en hallazgos en Colombia y otras partes de Suramérica. Sin embargo, la confusión alrededor de estos animales puede ir mucho mas allá de “el mamut”, hallándose errores aún peores, como el caso en Perú.

Mira papá: Un mamut!